Le pongo la mano en el cuello y ella sonrie, sigue haciendo calculos con su mano derecha y con la izquierda juguetea con su taza de cafe, termino de apartarle el cabello que tenia sobre la cara y me mira. Yo le doy las nuevas cifras y ellas las coteja en la maquina.
El golpeteo de las teclas de su pc se mezcla con el sonido de las leves aspiraciones que realizo, cada vez mas frecuentes, tratando de embriagarme con ese olor que empieza en serio a intoxicarme. Mi mente vuela y pienso en todas las cosas que ese olor me provoca hacerle.
La puerta de cristal se abre una y otra vez, me pongo nerviosa, pero luego me doy cuenta que es absurdo porque nadie puede leer mis pensamientos (aunque a veces sienta que me miran como si pudieran hacerlo). Terminamos de cuadrar las cuentas y yo me regreso a mi lugar con la ligera culpa en la conciencia de querer seguir aspirando ese olor que me atrae, me enloquece y me perturba. Ese olor que me hace desearla.
Miro mi monitor y continuo con mi trabajo, sigo sintiendo ese olor pero ahora se que no proviene de ella, proviene de otra parte mas cercana, proviene de mi.
Aspiro fuertemente y me guardo en los pulmones mi propio aroma...
1 comentario:
wow me encanta como escribes eres genial y pues todo o que leeido me parece muy interesante ,creo que eres una mujer muy interesante.
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