martes, marzo 28, 2006

LUTO...

Salgo de la casa intentando no llorar, me siento mas ke confundida. La espera por el autobus se hace eterna y decido regresar y enfrentarte. Abro la puerta y el silencio adentro no augura nada bueno, te busco por cada cuarto y ante esta ausencia que me toma por imprevisto salgo casi corriendo, con la respiración agitada y la cabeza dando vueltas, tratando de no mirar atrás sabiendo que tarde o temprano tendré que regresar a casa, una casa que me espera con el silencio y la soledad en cada palmo.
Todo de repente se transforma y choco una y otra vez con esta nueva realidad ke antes parecia tan lejana y que ahora se me pone en frente; y me siento estupida al intentar pasarla una y otra vez, pues solo logro golpearme contra ella tan fuerte como para hacerme llorar y sangrar; pero ya no me importan tanto las lagrimas, ya no me importa la sangre que se derrama, ya no me importa nada de lo veo pasar frente a mi.
Llega la noche y temerosa entro en esa casa que ahora parece más grande y mas vacia, me acuesto en esa cama fria y guardo un minuto de silencio, que se convierte en 2 y luego 3; en realidad no sé cuantos (pero creo ke se cuentan por cientos) hasta que mi boca se abre para elevar un lamento, una plegaria, una petición, una oración (ya no sé exactamente que fue) para pedirle al dios de allá arriba que se lleve todo esto que siento y que me lastima. Le pido una y otra vez que se lleve todo, que me haga inmune a sentir, se lo pido tan fuerte y con tanta deseperación que vuelvo a quebrarme y lloro estas lagrimas negras que son más de angustia que de dolor, asi hasta que quedo dormida.
Esta mañana ha sido la peor, despertar y toparme de boca con esta realidad que no desaprovecha oportunidad para hacerme sangrar de nuevo...
Hoy guardaré otro(s) minuto(s) de silencio...

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