BESOS DE DESPEDIDA...

Ya empiezo a sentir esa depresión que empieza a amenazar con llegar antes de lo previsto, se suponia que ya habiamos hecho un pacto para dejarme ser feliz un par de meses más, pero insiste en llegar sigilosa y yo apenas tengo tiempo de ahuyentarla lo mas eficientemente que puedo.

Y es que desde hoy por la mañana me he sentido nostálgica y un tanto ansiosa, como un perro sediento ante su plato de agua vacio.
Iba en el autobus al trabajo y es como si tuviera la mirada adiestrada para ubicar ciertas cosas (percepción selectiva le llamarian algunos - como cuando estas embarazada y observas bebés en todas partes-).
Yo solo tenia ojos para ver a las parejas que iban en sus autos con los niños en la parte de atrás, o sin ellos, los veia despedirse al dejar a uno en su trabajo, los veia darse el beso de despedida y lo deseaba. Deseaba ese beso como si fuera mio.

Descubrí que mi felicidad consiste en un beso de despedida con la certeza de otro esperandome de regreso y quise cambiar toda mi vida por un momento asi, pero entendi la crueldad que radica en tener todo menos lo que uno desea: un beso de despedida como promesa de un nuevo beso que nos aguarda, porque a mi solo me esperan besos de despdida.

Besos de despedida, asi es como se sienten todos los que he dado las ultimas semanas, cada vez que doy uno me digo que con ese beso voy dejando mis ilusiones de un lado, voy dejando las ideas de un futuro juntos y voy haciendome ala idea de que mi vida esta tomando un camino que nunca imaginé que seguiria pero que ya no puedo seguir postergando. Asi de simple se han vuelto las cosas: un mero beso de despedida que durará un par de meses pero sin la promesa del beso de bienvenida cuando regrese del trabajo, tan solo la soledad y la depresión esperando para besar todo mi cuerpo y decirme que me aman tanto que me seguiran a donde vaya como cruel ironia hacia aquél que no me quiere en su futuro.

Quiero alguna vez sentir un beso de despedida haciendome la promesa de otro al regresar a casa y detener el tiempo justo en ese momento, quiero vivirlo eternamente y juro que jamás volveré a pedir otra cosa.