Me invita a pasar, la habitacion esta casi vacia, me paro frente a él y me voy quitando la ropa tal como el pide, primero siento frio por toda la espalda y luego la calidez de sus manos me tranquiliza un poco. Voy sintiendo como acaricia cada parte de mi espalda y luego sin decir una sola palabra se dedica a infringirme dolor. Al principio lo recibo con toda su intensidad, sintiendo como penetra toda mi piel, siento la sangre fluir y poco a poco el dolor se pierde entre todo ese placer que me está haciendo sentir. Trato de alejar mi mente de una sola frase -haz sentido un cutter cortar tu piel?-.
Cierro los ojos, él sigue perforando sin piedad, marcando mi piel y yo sigo luchando con esos pensamientos lastimosos, sigo perdiendome cada vez mas en esa oscuridad que tengo frente a mi.
Me pide me voltee hacia él para poder quedar frente a frente, siento sus manos acariciar mis caderas y siento el dolor de nuevo en ellas, esta vez no cierro los ojos, sino lo miro mientras hace fluir apenas un poco de sangre. Me mira y se concentra en mi cadera, el dolor llega en oleadas cada vez mas intensas y luego como la primera vez desaparece rodeada de extremo placer; mientras yo sigo ahuyentando mis pensamientos.
Me levanto y nos miramos con complicidad. Sé que no lo veré en un tiempo, pero sé que cuando lo vea sentiré aun mas dolor que hoy...
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