1 moneda… 2 monedas… 3 monedas… 4… 5… 6… 7 monedas… una por una se deslizan por mis dedos, una cae por mi rodilla, otra se desliza por mi muslo izquierdo, las demás caen sobre la cama y yo las miro pensando más en esa mancha que intenta esconderse tras una moneda pérdida, desde hace rato alejada… mi oveja descarriada.
Mi mente regresa a un momento anterior a esa mancha y las sonrisas parecen despertar por toda mi piel. Tu olor se desprende de esta piel sonriente y sube hasta mi nariz, tengo la sensación que después de ahora no lo sentiré más, no al menos por un largo tiempo, y aspiro fuertemente para mantener dentro de mi ese último rastro tuyo y luego, luego nada, no queda ni un solo rastro de ti, ni uno más que esa mancha.
Los pensamientos se van… escapan, pero las monedas se quedan.
1 moneda… 2 monedas… 3 monedas… 4… 5… 6… 7 monedas se deslizan por entre mis dedos y yo me siento como una médium con sus runas invocando fantasmas.
Fantasmas que muchos siguen insistiendo en llamar recuerdos...
Mi mente regresa a un momento anterior a esa mancha y las sonrisas parecen despertar por toda mi piel. Tu olor se desprende de esta piel sonriente y sube hasta mi nariz, tengo la sensación que después de ahora no lo sentiré más, no al menos por un largo tiempo, y aspiro fuertemente para mantener dentro de mi ese último rastro tuyo y luego, luego nada, no queda ni un solo rastro de ti, ni uno más que esa mancha.
Los pensamientos se van… escapan, pero las monedas se quedan.
1 moneda… 2 monedas… 3 monedas… 4… 5… 6… 7 monedas se deslizan por entre mis dedos y yo me siento como una médium con sus runas invocando fantasmas.
Fantasmas que muchos siguen insistiendo en llamar recuerdos...
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