Acostumbrarme a esta nueva ciudad ha sido un proceso a veces edificante pero la mayor parte de las veces frustrante, pero siempre de continuo aprendizaje.
He aprendido que :
EN LA CIUDAD:
-Debí valorar los Oxxo; aun cuando me quejara de que parecían epidemia sobre la ciudad. Son muy útiles a media noche cuando tienes antojo de helado o necesitas algo y la tiendita ya cerró.
-Ir al Home Depot era un deporte que extraño practicar. Aquí sólo hay ferreterías y aunque algunas están bien surtidas no venden todas esas porquerillitas que no necesito pero que termino comprando para achocar en mi casa con la esperanza de que algún día me sirvan para algo.
-Caminar por el centro histórico en tacones altos no es buena idea para mis tobillos, entre las calles empedradas y las aceras a un metro de altura ya llevo varias luxaciones.
-La gente aquí parece ser flaca genéticamente pues por más que busco no he encontrado un GYM, parecen no ser necesarios a pesar de la cantidad enorme de fonditas y puestecitos de tacos de carnitas.
-Pasear por el malecón puede ser algo sumamente relajante e incluso romántico a menos que no te guste el olor a pescado y mariscos (como en mi caso).

-Aunque soy hogareña, eso de que no hayan plazas comerciales, ni restaurantes estilo botaneros o con buffet puede llegar a ser realmente aburrido. Por dios ya inviertan más en la ciudad de Campeche!!!!
EN LA OFI:
-Preguntar por los horarios de comida es lograr que tus compañeros de oficina se rían durante un rato y luego te expliquen que ahora sales a la hora justa para llegar a tu casa y almorzar. Aunque los desayunos los traen aproximadamente a las 10 am.
-Cuando trabajas en una institución que destina su atención a la gente con capacidades diferentes; ir al baño es como ir de día de campo (excepto por lo de ir a comer, jaja), entre lo que averiguas otros usos que podrías darle a esos aditamentos. Y es que no saben cuanta utilidad tiene ese tubo para apoyo a un costado del inodoro, sobre todo para alguien que es tan asquerosa para usar un baño público. Se puede hacer la posición del aguilita con toda comodidad o si requieres hacer un esfuerzo más grande puedes tranquilamente sostenerte de ahí sin temor a romperlo y no tener que arañar paredes con el riesgo de estropearte las uñas.

-Trabajar en una mansión no garantiza que trabajes con gente de caché. Sobre todo las que se creen divas fashion y van vestidas al work como van a la disco a bailar. Esperen un momento… en esta ciudad no hay discos!! Ahora entiendo porque el trabajo es el único lugar donde pueden sacar a presumir sus mejores garras.
