
Camino por en medio de la avenida hasta cruzarla, haciendolo tan rapido como mi pie lastimado me deja. Me ve venir y se acerca, las extiende delante mio; rojas, rosas, amarillas y una que otra blanca. Titubeo delante de las amarillas para luego tomar una roja, como si en algun lugar estuviera escrito que finalmente solo debo tener rosas rojas; le pago y me sigo caminando con la flor entre las manos. Es mi ritual de camino casa de por lo menos cada quince dias. Me subo al bus y abro el libro, leo algunas lineas y mis pensamientos divagan entre la lectura y la gente que sube y baja, entre las calles que a diario recorro. Llego a la casa y preparo ese florerito que se me antoja pequeño para la cantidad de flores que me gustaria tener, tal ves porque una casa tan vacia merece mas color que llene sus grandes espacios.
Empiezo mi rutina de desvestirme y meterme al baño, llevo dias haciendola mas lenta por este piececillo que se niega a funcionar y me lo recuerda con cada punzada de dolor.
Me recuesto, mientras mis manos terminan por secar al tacto mi piel suave, me acomodo entre los montones de almohadas que hay en mi cama, y cierro los ojos para seguir divagando entre las lineas de ese libro que yace a mi costado como si siempre tuviera la vaga idea de leerlo y que jamas hago (al menos no desde hace un tiempo), es un libro para leer en el bus me oigo decir como buscando una excusa para mi pereza literaria.
Finalmente comprendo que esta noche será una mas llena de insomnio, me levanto y enciendo la pc. Una vez mas la rutina me domina y se que estaré aki hasta la media noche, escribiendo y leyendo y curioseando; mientras mis pensamientos aun divagan en las pocas lineas leidas en el camino, en las calles recorridas y en ese sueño que siempre tarda en llegar...
Los pensamientos divagan en esa gente que como en el bus sube y baja de tu vida...
Empiezo mi rutina de desvestirme y meterme al baño, llevo dias haciendola mas lenta por este piececillo que se niega a funcionar y me lo recuerda con cada punzada de dolor.
Me recuesto, mientras mis manos terminan por secar al tacto mi piel suave, me acomodo entre los montones de almohadas que hay en mi cama, y cierro los ojos para seguir divagando entre las lineas de ese libro que yace a mi costado como si siempre tuviera la vaga idea de leerlo y que jamas hago (al menos no desde hace un tiempo), es un libro para leer en el bus me oigo decir como buscando una excusa para mi pereza literaria.
Finalmente comprendo que esta noche será una mas llena de insomnio, me levanto y enciendo la pc. Una vez mas la rutina me domina y se que estaré aki hasta la media noche, escribiendo y leyendo y curioseando; mientras mis pensamientos aun divagan en las pocas lineas leidas en el camino, en las calles recorridas y en ese sueño que siempre tarda en llegar...
Los pensamientos divagan en esa gente que como en el bus sube y baja de tu vida...